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Sunday, June 1, 2025 El domingo definitivo del AF7 2025

Empiezan las semifinales y, con ellas, los nervios, las aficiones y sus cánticos, los gritos desde los banquillos y, lo más importante: la emoción de poder clasificarse para la final del AF7 2025.

La primera semifinal fue el derbi portugués entre los de O Dragão y los del José Alvalade. El duelo luso no podía ser más igualado. Los azulones mostraron algo más de garra en la primera parte; su gran dominio del centro del campo permitió a Simão Trindade adelantar al Porto. Los jugadores del Sporting no se vinieron abajo y lanzaron incontables oleadas de ataques que, muy acertadamente, Pedro Faria cortaba cual muro impenetrable.

En la segunda parte, el Sporting tiró de corazón y empezó a mover el balón más rápido, a dos toques, generando espacios entre la defensa y el medio del Porto, espacios que Nuno Tavares supo ocupar. Tras recibir un balón que, con un solo toque, logró orientar, batió al meta rival, poniendo el empate en el marcador. Pero ni un minuto necesitó el Porto para recuperar la ventaja gracias a un disparo lejano de Gonçalo Dinis. Los nervios se apoderaron de la grada, y cada balón que se acercaba a una portería provocaba un cúmulo de gritos y tensión entre los aficionados. Sin embargo, el balón se negó a volver a entrar en ninguna portería, y el Porto se clasificó para la final del AF7 por primera vez en su historia, tras su tercer puesto en 2014.

Por otra parte, en la segunda semifinal, el Espanyol y el Barcelona (dos clásicos de esta eliminatoria en el torneo) se enfrentaban por acompañar a los lusos. El partido comenzó con mucho dominio del Barcelona, como era de esperar; pero los pericos no quisieron encerrarse y presionaron la salida de los culés, obligándolos a jugar balones largos que no siempre llegaban a su destino. Cuando los jugadores del Espanyol recuperaban el balón, enseguida intentaban abrir el campo de forma vertical para evitar la primera presión del Barcelona y, posteriormente, tranquilizar el juego con la ayuda de los mediocentros. Un juego de ajedrez dirigido desde los banquillos que llevó al descanso con el 0-0 inicial.

Sin embargo, en la segunda parte, el Barcelona buscó superioridad por la zona central del campo y cerró a sus jugadores de banda. Esta superioridad, 4 contra 2, dio sus frutos cuando, tras una pared en el medio, se logró un desborde por la izquierda del ataque para que Jayden Espinal batiera al arquero perico con un balón raso cruzado. Con el 0-1, el Espanyol, muy inteligentemente, liberó a uno de sus centrales para ayudar a equilibrar el medio campo y, tras robar balones, darle recorrido a los jugadores de banda. Pero la defensa culé cortaba continuamente esos pases largos, hasta que Erik Chiva pudo aprovecharse de uno de los pocos errores defensivos de los azulgranas y, a falta de 4 minutos, puso el empate en el marcador.

Cuando todo el mundo ya hacía sus apuestas para la ronda de penaltis, un disparo desde la banda izquierda del ataque del Barcelona fue despejado con una gran palomita por Daren Pascual a córner. Los culés aglutinaron a cuatro jugadores en el área pequeña del Espanyol, y el centro de Jaume Casanovas fue perfectamente rematado por Abdou Latif. El 2-1 en el marcador se unió a la celebración de los culés en la banda con su afición y al pitido final del colegiado, que marcaba el fin de la participación del RCD Espanyol. El Barcelona, a la final por tercera vez en los últimos cinco años.